El descubrimiento de América 1492
El descubrimiento de América ocurrió el viernes 12
de octubre de 1492 cuando una expedición española comandada
por Cristóbal Colón, cruzó el Océano Atlántico y llegó por primera
vez a América, concretamente a las Bahamas. Con el descubrimiento se
dio a conocer en Europa la existencia del Nuevo Mundo, lo cual cambió el
rumbo de la historia de Occidente. En los siglos posteriores España, Portugal y
otras potencias europeas exploraron y colonizaron el continente americano,
resultando en el nacimiento de nuevos pueblos, culturas y estados. Se trata de
uno de los momentos cumbres de la historia universal porque significó
el encuentro de dos mundos que habían evolucionado independientemente, sin que
uno conociera la existencia del otro.
Aunque no hayamos memorizado ninguna otra fecha,
ésta la conocemos con seguridad. Europa comenzó en 1492 a vincularse con
tierras y culturas que de allí en adelante y para siempre llevarían la marca de
España, país que Colón representaba, Portugal, en donde habla vivido durante
años, y otras naciones marineras europeas.
El descubrimiento de Colón modificó el ordenamiento del mundo, o por lo menos
la visión que la gente tenía del globo, alimentando la creciente ambición
europea de conquista e inaugurando un imperialismo que duraría hasta bien
entrado el siglo veinte. Los viajes de Colón, el Almirante volvió varias veces
al Nuevo Mundo para convencerse de que era en verdad parte de Asia produjeron además la devastación de los
pueblos que allí vivían, a quienes los europeos llamaban indios. Las
enfermedades procedentes de Europa diezmaron a los pobladores y la inmigración
blanca los expulsó de sus tierras.
Sin embargo, y a pesar de los cambios que produjo, la hazaña de Colón causó
profunda decepción en la época, en especial si se la comparaba con lo que habla
hecho en 1598 Vasco da Gama en nombre de Portugal, al contornear África y
llegar a la India, codiciado destino mercantil.
Consecuencias
La llegada de Cristóbal Colón supuso el comienzo de
la conquista de América, cuya primera campaña fue la de Cuba (por
Velázquez), a la que siguió la del Imperio mexica (por Hernán Cortés), la
del Imperio inca (por Francisco Pizarro), etc, hasta su finalización
definitiva tras los decretos de Felipe II de abolición de la
conquista. A partir de aquí comenzará la llamada «colonización de América»,
abierta por holandeses, franceses, etc, cuya diferencia radica en el hecho de
no establecerse por campañas, sino por factorías de interés comercial
(contrario a la Monarquía hispánica, con deseos de crear otras Españas en todos
los sentidos, tanto jurídicamente, administrativamente, etc.).
El contagio de las enfermedades que los europeos
llevaron consigo (viruela, tifus, fiebre amarilla, etc.) produjo un
colapso de la población americana que produjo un gran impacto en la mortandad.
Igualmente vinieron enfermedades de las Américas como la en su día temida sífilis (que
diezmó la población europea desde las posesiones españolas en Italia en 1494).
Los idiomas posteriores que se impusieron
obligatoriamente fueron el idioma español y portugués en
sus respectivas zonas de influencia y la religión católica pasó a ser
oficial; se generó una población con altos niveles de mestizaje genético y
cultural entre pueblos originarios, africanos subsaharianos, y los
europeos.
La principal riqueza generada por los territorios
españoles y colonias portuguesas en América fue la extracción del oro y
la plata. En los primeros 150 años de conquista, 17 000
toneladas de plata y unas 200 toneladas de oro arribaron a España.

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